miércoles, 23 de septiembre de 2009

Noticias del Padre Patricio desde Honduras

Estimados amigos:

Os hago llegar un cordial saludo desde Honduras. Quería compartir la situación que estamos viviendo en estos meses en Honduras. Ayer estuvimos con toque de queda que ha durado hasta las diez de hoy. Todo el país está paralizado: los transportes, los comercios, todos los centros educativos. Un parón de todos y estar en las casas sin salir durante todo el tiempo que dura el toque.Los colaboradores hondureños y los españoles que pasan una temporada con nosotros están bien.

Todos estamos bien auque los proyectos se han cerrado durante tres días. La colonia donde vivimos tiene una vida bastante normal. Algunos colaboradores han venido estos días para ayudar.

Gracias a todos los que os habéis interesado por nosotros. Vivimos con la esperanza de que esto se resuelva pronto.

Vuestro amigo. P.Patricio.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Acoes En el Mundo

En Tegucigalpa, la capital de Honduras, en el barrio de La Colonia, malviven miles de personas; hacinados entre basuras, desperdicios y miseria, hombres y mujeres pasan sus días apañándoselas para sobrevivir en una ciudad que les ha dado la espalda.

En La Colonia todo está en cuesta, como si, hasta solo por caminar, se requiriese un esfuerzo adicional. Las calles y las casas se han ido construyendo, sin orden ni concierto, en las escarpadas laderas que van a desembocar en un pequeño riachuelo, contaminado por las basuras y desechos.

En una de esas laderas, desafiando a las fuertes lluvias estacionales, se levanta la casa de Ramona María Torres, Doña Monchita. Construida con palos, chapas y cartones, sirve de cobijo a una familia de 20 miembros.

Doña Monchita, la más anciana, convive con hijos y nietos. Algunos, las mujeres, fabrican tortitas de maíz que luego venden a sus vecinos y a los establecimientos hoteleros cercanos. Otros, duermen la borrachera diaria tirados sobre los colchones que comparten con más miembros de la familia.

Mientras los niños juegan en la calle, Doña Monchita, que en sus 71 años de vida no ha hecho "otra cosa que trabajar", dedica horas al estudio. "Ahorita no puedo trabajar tanto, porque tengo que estar estudiando, que quiero pasar el sexto grado", dice con orgullo.

Un ejemplo de tesón

Gracias a la Asociación Colaboración y Esfuerzo (ACOES), que dirige el padre Patricio Larrosa y que recibe el apoyo de organizaciones como Manos Unidas, la anciana hondureña no solo ha aprendido a leer, sino que ya puede exhibir el diploma que acredita sus excelentes calificaciones en tercer y cuarto grado.

Doña Monchita es solo un ejemplo de la labor que el padre Patricio lleva a cabo en Tegucigalpa. Más de 5.000 niños y ancianos se benefician del trabajo que, sobre todo en el campo de la educación, realizan el sacerdote español y las decenas de voluntarios que le apoyan.

Cada día, niños y mayores acuden en turnos de mañana o de tarde a los centros de reunión donde reciben apoyo, capacitación, formación en higiene y nutrición y una comida, probablemente, la única en toda la jornada.

El futuro llegó para Ramona a los 71 años, pero, probablemente, el ejemplo de esfuerzo y la colaboración de estos jóvenes voluntarios hondureños, salidos de barrios como de la Isla o la Colonia, permitirán hoy a muchos niños soñar con una vida que sus mayores no tuvieron.

HONDURAS Proyecto educativo
Para aprender, nunca es tarde
71 años. Manos Unidas
elmundo.es Madrid